Valeria Fuentes Briones: Que nadie nos achique el set!

 


Con esta cineasta, directora de fotografía, hicimos contacto gracias a la convivencia en la asociación chilena de cinematografía. Ellas están fotografiando produciendo y dirigiendo cada vez más pero las estadísticas en los registros oficiales no hablan igual, esto responde a esas prácticas hegemónicas que anulan su presencia en el set y que también hemos mencionado a lo largo de nuestras publicaciones en Todasadentro.


Fue esa conversa de acc Chile la que permitió acceder al estudio de inclusión que adelanta el colectivo Nosotras Audiovisuales presentado entonces por Camila Rodó, quién nos refirió con el estreno de Perro bomba fotografiada por Valeria, esta chilena del temple de Claudia Serrano, Liss Fernandez y Maria José Burgos, tiene consigo un expediente de imagen muy interesante que no puede ser descuidado si usted desea profesionalizarse en el ejercicio de roles técnicos en el cine y el audiovisual, volvemos a la carga con la mirada femenina y esas cosas que ellas tienen por decirle y están diciendo. Conversamos con Valeria sobre Perro bomba y las complejidades que le acompañaron durante el rodaje y como se las arreglo para enfrentarlas, le preguntamos sobre la mujer ejerciendo roles no “tradicionalmente” destinados para mujeres y nos compartió una clase de historia de la fotografía chilena que no conocíamos.


-Quién es Valeria Fuentes Briones y por qué y para qué la dirección de fotografía?


-Soy talquina, una mujer curiosa, me gusta aprender cosas nuevas. Estudié Cine, porque es de los oficios que más me llamó la atención, desde niña disfrutaba ver películas de todos los géneros, vivía imaginando situaciones extraordinarias, donde al contarlas en palabras perdían la gracia. Elegí el departamento de fotografía porque es fascinante, existen infinitas posibilidades, si bien es una labor de mucho rigor donde hay que estar actualizando permanentemente, es un trabajo en equipo, donde se comparten visiones y se pueden tomar decisiones compartidas.



-Qué significa y qué implica ser mujer y ejecutar una disciplina “histórica y hegemónicamente” destinada para el hombre, pensando en esto de la división sexual del trabajo.

-No es una disciplina histórica y hegemónicamente destinada para el hombre, no creo que hayan disciplinas hegemónicas destinadas para un género, más bien pienso que durante siglos se ha invisibilizado el trabajo de las mujeres en el cine y en casi todas las áreas, por ejemplo es muy poco lo que se sabe de las proliferas pioneras del cine como Alice Guy gestora del cine de ficción o de la directora Gabriela Bussenius en Chile, que estrenó películas al inicio del siglo XX, y en el trabajo fotográfico autoras como: Gertudris de Moses, que exploró el surealismo o el trabajo de Lola Falcón May con la fotografía docunental, por favor revisen sus obras. Lo hegemónico es el acceso y el reconocimiento. Muchas mujeres en el departamento de fotografía han dejado sus trabajos luego de vivenciar malas prácticas en el set. Si, es más complicado para una mujer ingresar al departamento de fotografía, sin embargo hoy hay muchas colegas que están entregando una mirada fresca y necesaria. Me gusta recordar un dicho de una colega que es madre, “siempre me preguntan si me puedo la cámara, pero nunca me han preguntado si me puedo a mi hija que pesa más de 15 kilos”. No hay excusa para darle la oportunidad a las mujeres.

-Dado el traslado al set que se produce de las prácticas patriarcales “normalizadas” en lo cotidiano, ¿qué crees que hace falta avanzar para transformar y hacer del rodaje, del que hacer audiovisual un lugar menos difícil para la mujer? Digamos ¿libre de estas prácticas?

-Partiría respondiendo con dos frases que me han alentado mucho, cuando suceden y/o me cuentan sobre malas prácticas como: maltrato, acoso, abuso y hasta violación en rodajes: “Que no te achiquen el set” y “Contra el cine patriarcal, mujer audiovisual”.

Falta mucho por avanzar. La pandemia no ha dado la oportunidad de parar la máquina, la mayoría de los rodajes se detuvieron, lamentable situación para muchas familias que viven del medio audiovisual, sin embargo no ha dado la oportunidad de unirnos como gremio. Rayando la cancha, poniendo límites y zanjando temas como protocolos, estatutos y organizaciones que ayuden a las personas que han sufrido o sufren malas prácticas. Creo que la educación y prevención es esencial para evitar estas situaciones que a muches les ha desalentado a seguir su carrera.


Para la historia necesaria

-Pensando en el flujo de trabajo desde el analógico al digital. Qué es lo primero que piensa y hace cuando le toca a asumir un proyecto? ¿porqué? Y seguido de esto ¿pre, rodaje y post? o ¿solo rodaje y lo necesario de pre?

–Lo primero que hago al recibir un proyecto es preguntarme si es una historia necesaria, el cine es un arte caro y extenso en tiempo, por lo que embarcarse en un largometraje es una decisión importante. Creo que cada proyecto es diferente, son las historias las que mandan los tiempos y procesos. Sin embargo la preproducción es esencial para terminar con una postproducción que aporte a la calidad del proyecto, y no así solo corrija errores. Para eso se debe considerar la opiniones técnica y profesionales de los diferentes miembros del equipo. Por ejemplo trabajar y conversar con el que será postproductor de la película, para advertir las restricciones y posibilidades que nos da el presupuesto y la historia. En Chile aún no tenemos una industria cinematográfica sólida, por diferentes razones, pero vamos avanzando hacia una industria segura y comprometida.

-¿Ficción o documental? ¿qué prefieres? considerando las distancias entre ambas formas narrativas

-Creo que ese límite siempre ha sido un poco fantasioso, ya que al decidir poner la cámara en un determinado lugar y momento ya es filtrar la realidad. Me gustan las posibilidades que entrega la ficción, por ejemplo: manipular una locación, cambiar la temperatura de la iluminación y la complicidad con los actores. En mi poca experiencia, disfruto mucho de aprender, me gusta trabajar con equipos numerosos. Y como espectadora me remueve el cine documental, cala hondo en mi, siento que es como la pregunta ¿Qué prefiere un té de hojas o un café cargado? depende la ocasión. Si pudiera elegir me gustaría seguir trabajando en películas que hibriden la ficción y el documental, como Perro bomba.

-¿Cual en tu opinión y experiencia es o ha sido el proyecto más complejo que te ha tocado encarar?


-Me siento aún una aprendiz, me faltan muchos rodajes por delante, pero de lo que llevo caminado, me he propuesto tomarme en serio cada proyecto, me gusta comprometerme desde un inicio, ojala estar desde que la idea esté escrita en una sinopsis. El proyecto al que le he dedicado más tiempo y esfuerzo fue mi primer largometraje como directora de fotografía, Perro bomba, un desafió de principio a fin, muchas veces tuve miedo de equivocarme, pero el proyecto fue fluyendo y encontrando su mirada, nos tocó muchas veces aprender sobre la marcha, me siento muy agradecida de la oportunidad y de la recepción de la película.


-“Descolonizar el lugar de enunciación implica profundas reflexiones” a decir de Rosa Luxemburgo, en ese sentido ¿Crees que existe una mirada femenina en el cine? ¿Es lo mismo decir cine de mujeres que cine hecho por mujeres? ¿Cómo se enuncia según qué y quién?


-El cine crea imaginarios, debe existir diversidad entre sus autores, puntos de vistas diferentes y reflexiones que nos lleven a la co-creación de una sociedad más equitativa. La mirada femenina ha sido invisibilizada o radicalmente eliminada de la historia, aún carecemos de espacios y miradas hechas por mujeres, pero vamos encaminades hacia la paridad, iniciativas chilenas como la organización Nosotras Audiovisuales y el festival FemCine, que acaba de cumplir 10 años en su última versión, buscan visibilizar el trabajo de mujeres trás la cámara.


-¿Rodar con mucho equipo técnico o con poco?


–Depende del proyecto y su presupuesto, pero siempre con el equipo humano necesario, para no poner en riesgo a nadie.


La producción, por fin

-Hablemos de Perro Bomba Valeria. Cómo fue el trabajo con personajes…

–Perro bomba es un largometraje que hicimos entre amigues, con recursos limitados. Con mi socio Esteban Sandoval de Pejeperrofilms nos sumamos luego de conocer la historia.


Al embarcarnos en el proyecto conocimos al poco tiempo a Stevens, el protagonista, grabamos un cortometraje antes, donde pudimos conocernos y entender lo que queríamos y no en la Película. Fue fundamental la confianza con el equipo delante y detrás de cámara, el elenco estaba muy comprometido con la historia y muchos conocían a Stevens desde antes, lo que nos dió una conexión mucho más espontánea para comenzar con los registros. De hecho la primera escena de película donde Stevens se pone unas extensiones de pelo, es la primera escena que grabamos, sin mucha preparación, luego de que Stevens llamará al director y le contará que quería hacerlo, Juan aceptó, pero le pidió si lo podíamos grabar, fue ahí donde entendimos cómo iba a ser la dinámica de la película.


-¿Y las puestas de luces? cambios de temperatura entre exteriores e interiores.


-La película la pensamos en dos actos, de hecho la grabamos en dos fechas de rodajes. El segundo acto comienza cuando Stevens se corta las extensiones de pelo. El tratamiento lumínico fue pensado con la metáfora de cuando entras a un túnel, donde al inicio es muy difícil ver la luz del final. Stevens vive un viaje interior donde se devela sus fortalezas y debilidades. Es el segundo acto Stevens está prácticamente todo el tiempo en la calle, lugar que muchas veces es hostil y frío, en cambio en los interiores logra encontrar resguardo, trate de graficar esa sensación. Use como referente al cine de Pedro Costa, donde el claroscuro habla del estado emocional de los personajes. Aprovechamos harto la iluminación natural y la callejera nocturna, un gran desafió, pero que sin duda le suma verosimilitud a la historia.


-¿Hay mucha cámara de seguimiento?…


–Toda la película está hecha con cámara en mano, pude aprovechar mi estatura, para meterme en recovecos y a veces pasar desapercibida. Muchas de las escenas las hicimos en locaciones reales, como la fábrica donde trabajaba Stevens o la calle. La apuesta por la cámara de seguimientos dió vida a la ciudad y el contexto en que se movía Stevens, entregandome más opciones para aunar las situaciones documentales con las ficcionadas. Fue muy importante la confianza que me dió Juan, nos concentramos en una búsqueda intimista.


-¿Se conocían con el director?


-Con Juan fuimos compañeros de la Universidad, sin embargo no habíamos trabajado juntos. Pero desde un inicio pudimos entendernos muy bien, es un director muy sensible, con el que conversamos largas horas para saber lo que queríamos y no, en la película. Comprendimos que estábamos tomando un desafío enorme, pero lo hacíamos juntos, no compitiendo, sino remando para el mismo lugar. Nos fuimos conociendo mejor durante la película y supimos que no sería la única que haríamos juntos. Ahora planeamos hacer Kaye, segundo largometraje de Juan.


-¿De donde nace hacer una película sobre la migración haitiana en Chile?


-Chile es un país conservador, aún hay sectores donde predomina el fascismo. De hecho Perro bomba es la primera ficción protagonizada por un afrodescendiente en Chile. Durante el rodaje y post estreno nos han hecho llegar muchos comentarios buenos pero también muchos otres xenófobos, nos motiva hacer cine social. Tengo la certeza de que el cine es una herramienta de reflexión y para mi es una responsabilidad trabajar estos temas, como también películas que le den espacio a historias de: mujeres, la comunidad LGTBQ+ y los pueblos originarios.


-¿Valeria Fuentes Briones convoca mujeres a su equipo de trabajo?


-Sin duda, aún me falta mucho por aprender de mis colegas, hay muchas mujeres con años de experiencia en el medio, ahora ya estamos en contacto, de hecho hace poco creamos una organización de mujeres cinematográficas donde hemos podido conocernos y revisar los trabajos de las diferentes integrantes.


-¿Crees que las escuelas influyen en la elección femenina de disciplinarse en técnico si, técnico no?


-Pienso que las universidades, por lo menos en Chile, deberían tener más espacios para los desafíos técnicos en rodajes. Para las mujeres es más difícil entrar a la industria, muchas estudian más años, o son más cautas a la hora de asumir desafíos, ya que permanentemente están siendo puestas en tela de juicio, tanto su sapiencia y fuerza física. Prejuicio que debemos derribar lo antes posible.


-¿Qué recomendarías a una persona (mujer) que quiere incursionar en cualquier lugar técnico del cine?


–Que sea curiosa, que pruebe y experimente sin miedo, el mundo del cine es apasionante, si no cuenta con una red de contactos, invitadisimas a que se acerquen a las organizaciones que hoy existen. ¡Que nadie nos achique el set!


César Padilla / Chile


Fotos: Cortesía VFB


#César Padilla, #Chile, #Cine, #Cine latinoamericano, #Perro bomba, #Valeria Fuentes Briones


Comentarios