Wayra Galland: “La educación de cineastas en Chile es una de las carreras más caras”

En Chile el pueblo acaba de aprobar (el domingo 25 de octubre) el plebiscito para iniciar un proceso Constituyente y darse una Constitución democrática e incluyente. De ese país es Wayra Galland, cineasta, directora de fotografía y deudora de uno de esos asfixiantes créditos que impuso el neoliberalismo y el pinochetismo para quien osara estudiar y profesionalizarse. Con ella decidimos conversar para Todasadentro, el semanario de las culturas en Venezuela.

Wayra Galland es una directora de fotografía en el país de Gabriela Mistral, Valeria Fuentes Briones, Liss Fernandez, Claudia Serrano y Maria José Burgos, Wayra es madre y artista en ese país de los Andes del Cóndor que, como dijimos, hace tan solo unos días, ejerciendo el derecho al voto borró 40 años de oscuridad jurídica de la historia del continente, Wayra es una chilena con temple de acero, con la que nos conocimos a partir de las mesas de AcChile y nosotras audiovisuales.  Desde Todasadentro, el semanario de las culturas, seguimos con la necedad como bandera, insistiendo en visibilizar el trabajo y el arte de mujeres que no habíamos visto o simplemente estaban ocultas por el discriminatorio mercantilismo del capital. En torno a este espacio comunicacional hemos edificado este espejo social expresivo, para que muchos y muchas se vean reflejados y reflejadas en el arte, en la producción de sentido que nos brinda la mirada de la mujeres detrás de la cámara, planificando el encuadre o corrigiendo el ángulo del haz de una fuente lumínica.

 

Con esta creadora, revolucionaria chilena, conversamos así:

-Wayra Galland ¿Quién es? ¿Por qué cine? ¿Para qué? ¿Para quién?

Tengo 32 años, nací en un pueblo pequeñito de Chile llamado Tongoy en ese lugar no habían cines el más cercano quedaba en La Serena y lo conocí en mi adolescencia una sola vez. Allí, con mis padres, vimos Titanic, era una sala de teatro antiguo, muy bello, pero quedaba lejos de mi hogar. Mis posibilidades más cercanas de ver otras películas en pantalla grande antes de mi adolescencia eran un galpón pequeño en el que, durante los inviernos, hacían reuniones vecinales o actividades del barrio y en los veranos el concesionario de la playa Socos activaba como cine y se habilitaban unos 50 puestos de aforo. Llevaban una máquina proyector de 35 mm, recuerdo películas como Blanca Nieves y Tiburón, eran proyecciones populares para ofrecer un panorama veraniego a los turistas. Recuerdo que si uno llegaba allí con calcetines blancos salía repleto de pulgas. Mis hermanos de Santiago traían películas regrabadas en (formato) VHS como Akira El barón de Münchhausen, que tengo que haber visto muchísimas veces durante las mañanas antes de que, en casa, despertaran los demás. En mi preadolescencia arrendaban algunos VHS y a mi padre le gustaba ponerlas como panorama post almuerzos, pero hasta allí no hay muchos referentes grandes de cine. En el pueblo solo se veían dos canales televisivos y seguro que de allí también se formó mi mirada audiovisual. Mi padre era suizo y tenía un hermano que lo visitó cuando yo tenía 11 años. Traía con él un celular táctil y una cámara de video con un mini DVD que grababa durante el día y que en su computadora portátil podía editar durante la noche y mostrarme en la mañana, ¡eso me fascinó!, Cuando se fue dije que quería estudiar cinematografía y no tenía idea de si eso existía en el mercado universitario chileno ni de qué se trataba la carrera, pero me había gustado esa cámara. Yo estaba en séptimo del básico en la única escuela pública del pueblo y recién comenzaba a llegar la tv por cable y el internet. Cinco años después, a los 17, me fui a estudiar a Valparaíso en una carrera que llevaba recién cuatro años de creación. Allí accedí a más referentes y bastante teoría del cine, como era una escuela pequeña, que recién se formaba, no tenían tantos equipamientos técnicos pero nos sirvió para tener la certeza de que podíamos hacer cine con pocos recursos.

 

¿Para qué cine? 

Es algo que preguntas y también me cuestioné luego de haber estudiado. Al pensar las creaciones que había desarrollado y las que venían llegando, al pensar también la industria y cierta marginación al ser mujer, madre, vivir en región, que a momentos frustran mi sensación del futuro respecto a mis intereses en la dirección de fotografía, básicamente por el acceso a las nuevas tecnologías. Pero mi espíritu se niega a rendirse y he buscado formas para mantenerme en constante creación al margen de la industria más comercial. Descubrí un mundo audiovisual en el teatro, experimentando con proyecciones en puestas en escenas y realizando clip promocionales, entendiendo el trabajo narrativo y la iluminación en las cajas oscuras para construir las puestas en escenas. El vínculo con los artistas de Valparaíso me permitió conocer músicos y hacer vídeo clips, experimentando el montaje y la postproducción de los vídeos. Últimamente vivo de diseñar proyecciones animadas para acompañar museografias que implican gran nivel de investigación y la venta de algunas fotografías copiadas en procesos análogos más experimentales. Entonces creo que la respuesta es que escogí el cine para crear múltiples posibilidades de mostrar imágenes viviendo y experimentando las técnicas y las formas en su amplia gama y no solo desde la Dirección de Fotografía.

Preguntas ¿para quién? 

Si pienso en mi yo del pasado fue para suplir una necesidad creativa. Si pienso en ¿cine para quién? pienso que la respuesta es que el cine es para todes, como dicen aquí con lenguaje inclusivo y debería enseñarse desde las escuelas como mecanismo de defensa ante el bombardeo visual en el que vivimos.

¿Roles técnicos? ¡me encantan! ¿Por qué?, ¡por que si ! no se como explicar eso. Es muy apasionante. ¿Eso no es para hombres? ​ ¡No es solo para hombres! Hagan lugar como dicen las argentinas. ¿No era mejor estudiar, profesionalizarse y ejercer Dirección de artes, vestuario? También lo estudié y lo ejerzo en el mundo del teatro experimentando pero me gusta más la fotografía, la relación con lo técnico y los mecanismos. Digo lo técnico y dice la “norma” que es para hombres.

-¿Qué implica mujeres en el set dirigiendo la foto o armando la puesta de luces?

Implica el mismo trabajo técnico que realizan los hombres, no me parece que existan diferencias respecto al trabajo que se debe realizar, somos tan capaces como ellos de hacer el trabajo, quizás nos puede costar un poquito más en algunas áreas, pero podemos organizar una forma de resolver las dificultades en equipo.

-Considerando la división social y sexual del trabajo, ¿cómo crees que podemos analizar el set de cine?

-Me parece que ya no tenemos nada más que analizar, al respecto. Es hora de aplicar todos los análisis en los set y en la vida cotidiana, que por ser mujeres, ya no podemos tolerar más las discriminaciones en las áreas que sean. Que se nos valore, integre y difunda por el trabajo que hacemos es fundamental para generar más oportunidades de lazos creativos que nos permitan ganar espacios laborales para desarrollarnos como profesionales.


 Ser Mujer, Madre y técnica de cine. ¿Cómo se conjuga eso en la práctica?

-Se conjuga con mucho apoyo de nuestros seres queridos y también con mucho apoyo de nuestros compas de trabajo y se podría conjugar muchísimo mejor si se propiciaran políticas públicas que consideren nuestra realidad en la sociedad de la industria cinematográfica creativa.

-Que haya más mujeres dirigiendo o a veces (no tantas) como cabeza de área ¿es garantía de que haya más mujeres ejerciendo los roles técnicos en un equipo de una película dada? Hablemos de esta relación.

En mi caso si no es por una mujer no hubiese podido hacer nunca la dirección de fotografía de un largometraje y aun ningún director hombre me ha ofrecido esa posibilidad en un largometraje, solo en cortometrajes. En la escuela, tuve la primera oportunidad para hacer dirección de fotografía en un cortometraje que estaba dirigido por un hombre, a quien aprecio mucho hasta ahora, ¡es un gran ser! También sucede que a veces no es garantía de inclusión femenina el que la productora o cabeza de área sea mujer pues prefieren a un director de foto hombre por que tiene más experiencia que las mujeres en la industria. Y tienen razón, eso está estudiado y hay números que lo avalan. El tema es cómo siendo mujer no ayudamos a que estos números se igualen entre mujeres y hombres abriendo las oportunidades laborales. Quizás una forma de fomentarlo es exigiéndoles paridad en sus departamentos desde la génesis de los proyectos.

-En el mismo sentido más hacia el discurso, que haya más mujeres en la dirección de una película, de un proyecto, ¿es garantía de una representación enunciativa distinta del género femenino? ¿Más digno y más coherente con las realidades de la mujer de ayer y de hoy?

Si, aunque no siempre una directora mujer prefiere que los cargos de dirección de fotografía los hagan mujeres yo creo que estamos recién organizándonos para conocernos entre nosotras y poder generar equipos técnicos femeninos y conocer a más directoras. Creo que, en general, siempre ha sido a la inversa dos mujeres de cada diez hombres, con suerte en las áreas técnicas, por eso me parece fundamental agruparnos y reconocernos entre nosotras las realizadoras en general y además es absolutamente necesario aceptar e integrar en las futuras y antiguas generaciones que no se identifican solo con ser mujer u hombre y se cuestionan las relaciones sociales, el amor y la vida de formas mucho más amplias y distintas a las convenciones que nos han establecido. Seguro que sería más digno trabajar con más mujeres, aunque no es garantía de buenas prácticas eso depende de cada profesional. Anhelo esos rodajes donde los equipos se quieren muchísimo y se apoyan con el alma en la aventura de la creación ojalá que sean rodajes con paridad e incluso con más mujeres que hombres en los equipos para poder vivirlo y disfrutarlo ese me parece que es el lugar más soñado, digno y coherente que nos merecemos. Ahora respecto a los discursos de la películas me parece interesante que cambien las formas de representación en el cine y que dejemos de ver a las mujeres como las han representado hasta ahora los hombres, ojalá logremos poder acceder a financiar historias de mujeres contadas por mujeres y realizadas por mujeres. Seguro que sale un cine diferente al que conocemos y quizás no entra de lleno en los cines del mundo y las grandes carteleras o sí, quién sabe. Pero sería hermoso que así sea. Hace poco supe que mientras los Lumiere filmaban el plano de la llegada del tren, Alice Guy filmaba películas con tramas muy revolucionarias para la época donde una mujer tenía más afinidad con otra mujer filmando el primer beso lésbico en la historia del cine, entonces cómo no va a ser importante que las mujeres podamos ser parte de contar las historias desde diferentes sensibilidades. Si hubiese sabido de esto antes seguro que hubiese sido un referente para el largometraje de “Perros sin cola”. Digo, a ver, oí decir que “más mujeres en el cine es un cine feminista”

-¿Qué se entiende por cine feminista?

-Yo entiendo como cine feminista un cine pensado y realizado por mujeres y que no necesariamente toquen temáticas feministas sino que se pueda comprender una mirada desde el punto de vista y la creatividad de las mujeres sin ser separatistas en la realización necesariamente.

-Se nos educa de una manera específica para que existamos y nos relaciones culturalmente de una manera específica, tienen algo que ver las escuelas de cine en la elección o no de la mujer en profesionalizarse en un rol técnico. Para el varón eso está dado, es lo que se espera de él, pero ¿y la mujer? ¿Qué crees?

-Creo que aún somos afectados por las generaciones patriarcales del pasado, tanto en el cotidiano desde la herencia de nuestras madres y padres como de las influencias televisivas y del cine e incluso en las animaciones que ven los pequeños, nos han metido en la cabeza cómo tenemos que comportarnos como mujer y como hombres. Al menos hay luces de que hay que cambiar esos métodos, pero no pueden decirnos que no podemos tomar una cámara por que es muy pesada, o que no puedes ser gaffer y cargar un HMI o un trípode de tamizador, creo que es mejor fomentar la capacidad de trabajo en equipo y la inclusión en las escuelas del desarrollo de las mujeres en áreas técnicas. Quizá por allí hay técnicas para poder cargar las cosas sin ocupar tanta fuerza física o quizás ya nos entrenamos con nuestros hijos o hermanos pequeños, cuando nos dicen que no podemos hacer algo por ser mujeres en periodos de formación en las escuelas esto nos influye emocionalmente. Si un profesor o cualquier persona te dice “no se te ocurra ser mamá si te quieres dedicar a esto” es violento porque coarta condiciones humanas inalienables a las que quizás no quieres renunciar. Tampoco te pueden decir que solo hay una forma de hacer las cosas porque limita la capacidad de resolver y generar creaciones por medio de otras formas, pero pueden orientar desde cómo a cada uno le ha funcionado desde la práctica y contrastarlo con otras formas. He visto que los hombres que se inclinaban por la dirección de fotografía de mi generación han podido insertarse más fácil en el mercado laboral de la industria pero no todos, solo los que se han ido a vivir a Santiago , y de las mujeres no he sabido tanto. Sólo de algunas de otras generaciones que hacen asistencias de cámara y desarrollan proyectos personales ligados a la fotografía y la dirección más que nada. Me imagino que ha sido muy difícil el camino para mantenerse creando constantemente y viviendo solo de hacer cine.

-¿Alguna recomendación para las mujeres que quieren o están formándose o están pensando en ejercer roles técnicos en el cine y el audiovisual?

Ser muy perseverantes, no aguantar que te digan que no sabes desatornillar o que eres menos capaz, insistir y no dejar de estudiar, explorar desde sus realidades económicas-sociales y marcar presencia para lograr realizar lo que necesiten. Aun me considero en formación no se si soy la más indicada para dar recomendaciones, pero les diría que no se embaracen antes de poder estar activas en el medio laboral por que a mi me ha costado mucho conseguir experiencias con infraestructuras técnicas más costosas como las que ocupan en publicidad. Antes de salir de la universidad sentía que había logrado hacerme un buen camino, para seguir desde lo técnico fui parte del equipo técnico de una película de Cristian Sanchez “Tiempos Malos” como meritorio del equipo de eléctricos e hice mi práctica en un rental de la capital donde me permitían solo limpiar los trípodes mientras me enseñaban cómo era el trabajo de video asistente, en un contexto donde recién cambiaba el mercado del celuloide al digital. Al quedar embarazada, en el último año de cine, tuve que dejar de lado mi desarrollo laboral por ser madre y asumir las responsabilidades que implica la maternidad. Recién cuando mi hijo tuvo cuatro años, me fui a Cuba y actualicé mis conocimientos para ingresar de regreso al mundo de la cinematografía digital. Les recomendaría que estudien y viajen todo lo que puedan. Y a las mujeres madres que se han sentido marginadas del medio laboral les diría que insistan y que no se rindan porque las necesitamos sus miradas, ser madre tampoco debe ser una limitante.

La cotidianidad de la mujer comporta un mundo peligroso. (La calle, el hogar, el trabajo) se edifican en tránsito permanente de relaciones sociales y personales mediadas por la cosificación, la discriminación y la violencia simbólica ¿Es distinto el set de rodaje? O ¿Se conviven con las mismas prácticas? ¿Cómo se safa de eso?

-Es distinto el set de rodaje al de la calle o al del hogar. La calle es un lugar público y el hogar es tu espacio íntimo, el del set de rodaje es el lugar de trabajo en el que convives con tus compañeros a diario y donde se generan vínculos profundos entre las personas y el comportamiento de las personas en el set debiese limitarse a las funciones de cada trabajo y una forma de safar de las malas prácticas es generar protocolos de cómo comportarse que ayuden a cimentar el camino de las buenas prácticas laborales hasta que no deba existir un protocolo que nos diga cómo comportarnos para respetar a nuestros pares mientras trabajamos y fuera del trabajo también.

-Penúltima dejando abierto el debate histórico necesario en las artes: ¿Qué crees que hace falta de parte de los Estados, de las instituciones, de las sociedades para mejorar estas circunstancias laborales y artísticas que rodean al ejercicio de roles técnicos por parte de la mujer?

Lo que más hace falta es la inclusión y visibilización de las mujeres, en general eso como medida paliativa a esta enfermedad patriarcal heredada. Sin duda faltan políticas públicas que no sean solo una moda transitoria y que después se les olvide que existimos, en el caso de Chile falta formación específica de calidad en las áreas técnicas del cine sobre todo en la cine-fotografía, me pregunto cómo hacer para que la educación no sea mediada por la cantidad de dinero que cada persona puedas pagar para acceder a al perfeccionamiento. Pienso que es importante considerar el nivel de endeudamiento que genera la educación de cine en chile, es una de las carreras más caras del mercado yo tuve que pedir un crédito para mis estudios que se llama “Crédito con Aval del Estado (CAE)” donde el Estado le dice a un banco que se haga cargo de cobrarte la deuda mientras cada banco cobra sus comisiones al deudor y nos obliga a pagar las cuotas con intereses por tramos que van subiendo a medida que avanzan los años durante los siguientes 16 años de la vida, limitando los pocos ahorros que podemos generar al vivir del arte en un país que históricamente no lo valora e incluso lo censura. El pago o no del CAE impide incluso endeudarse para conseguir un crédito hipotecario y acceder de alguna forma a una vivienda propia, trabajamos generalmente con base en honorarios, porque los recursos que el Estado brinda al arte son muy mínimos, incluso considerando las ganancias que aporta el arte a la industria creativa chilena, que no es poco. Mientras trabajamos sin garantías laborales de nada, entonces los bancos nos amarran jóvenes a un crédito muy cruel, que pareciera nos succiona las fuerzas creativas de nuestra juventud, mientras el Estado nos ofrece fondos concursables que pagan muy por lo bajo todo el trabajo que hacemos y que además no se conduce con las necesidades de cada región del país, yo pienso que hay que quemarlo todo (aunque no soy tan valiente) y hacerlo de nuevo con personas empáticas que quieran desde el fondo de sus corazones un mundo mejor, pero para que esto ocurra me gustaría que no corriera sangre, que no nos desaparezcan, que no nos saquen los ojos y que no tengamos que ser tan valientes como para enfrentarnos a un ejército armado, con piedras y armas hechas de momento, tenemos la dura certeza de que el Estado lo único que ha hecho es blindarse militarmente fomentando la guerra para seguir atacando a la población y legislar para los empresarios desde hace cientos de años, mientras censuran cualquier manifestación cultural que los evidencie, las palabras proyectadas, las palabras cantadas por Las Tesis, todo lo quieren reprimir. Soy pesimista con lo que creo que va pasar en el futuro pues tengo certeza de que el Estado es capaz de decirle a una madre que su hijo no existe, cuando es el mismo Estado el que lo hizo desaparecer y 40 años más tarde sus familiares aun no saben dónde está. Pero nos dicen resentidos, no somos capaces de dar vuelta a la página y seguimos traumados, explotamos desde la rabia con el argumento en la impunidad del Estado ciego, que todo lo quiere tapar, la historia de la madre que le niega la existencia legal de su hijo es sobre el director de fotografía del documental La batalla de Chile Jorge Müller Silva para un trabajo documental, la persistencia retiniana de nuestras historias del cine cargan un peso como documento del que no podemos olvidarnos mientras alabamos el cine europeo. A mí me parece que latinoamérica está en deuda con el patrimonio cinematográfico y más aún si pensamos en el patrimonio cinematográfico femenino necesitamos tener referentes locales y maestras con maestros que nos representen para contar las historias que necesitemos expresar y el Estado no se si está a favor de preservarlo. Generalmente vemos cómo intentan borrar nuestras memorias. Así que no tengo tan claro lo que debemos hacer para que el Estado vele por la inclusión de la mujer en las áreas técnicas y el cine en general. Solo sé que mientras todas estas cosas ocurren mi hijo ve lo que ocurre en las redes sociales y se pregunta por qué los militares no vuelven a sus cuarteles y dejan de disparar a la gente, nos pide a los adultos que seamos fuertes para no dejar de luchar y nos pregunta qué podemos hacer para cambiarlos a ellos. Y yo sólo puedo responderle que podemos buscar esa respuesta juntos y que yo tengo una cámara para poder registrar y hacer algo con ese sentimientos.

César Padilla / Chile

Fotos: Cortesía W.G.

Biofilmografia:

Estudió Cine en la Universidad de Valparaíso.

Directora de Fotografía, cámara, directora, productora e Investigadora.

Ha participado vinculada a diversos proyectos culturales, realizando registros en vídeo para compañías de teatro, circo, música,danza, cine y museos.

El año 2009 participo en el Seminario de cine documental dictado por Patricio Guzmán.

En el 2011 comienza a trabajar con la compañía de Teatro Turba, colaborando desde la producción y el lenguaje audiovisual del cual nace Turbaestudios* mezclando diferentes disciplinas artísticas con el video.

A mediados del 2013 desarrolla junto a Bernardo Naranjo (Músico y Productor) LA BASE PRODUCE, productora cinematográfica que inicia con la realización de videos musicales de bandas locales, y luego se amplió para diferentes registros y producciones en asociación con otras agrupaciones culturales.

El año 2014 Realiza un postgrado de Cinematografía Digital en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, Cuba. Como Directora de fotografía, trabajó en el programa de televisión Sub Pop, en el largometraje Perro sin cola dirigido por Carolina Quezada estrenada en la competencia nacional de Sanfic 2019.

Como camarógrafa submarina fue parte del registro y conteo de tortugas en la playa Chinchorro de Arica, para la agrupación Tortumar durante el verano del 2016. Como Directora realiza una investigación llamada IMAGEN REVELADA que corresponde varias expresiones artísticas basadas en la vida y obra de Jorge Müller; el año 2017 gracias a la investigación la familia Müller donó los archivos originales a la biblioteca nacional, pasando así a formar parte de la memoria chilena audiovisual. En el 2017 Estudia emulsiones artesanales en Cámara Lucida re vinculandose con lo fotoquímico. Durante el 2018 y hasta la fecha forma parte de la Cooperativa Anna Atkins, grupo fotográfico femenino conformado por mujeres de la región metropolitana y de la región de

Valparaíso que trabajan técnicas fotográficas de 1900. En 2019 y 2020 comienza la dirección y producción de proyectos de Artes mediales, para el Museo Fonck de Viña del mar y para el Museo histórico de Placilla este último será inaugurado durante el segundo semestres del 2020.

Actualmente trabaja en tres proyectos cinematográficos: Una webserie, un cortometraje y un largometraje para hacer la dirección de fotografía en cada uno de ellos, todos se encuentran en etapa de búsqueda de financiamientos, para su desarrollo.

 

https://todasadentrosemanario.wordpress.com/2020/10/30/wayra-galland-la-educacion-de-cineastas-en-chile-es-una-de-las-carreras-mas-caras/ 

 

 

 

 

 

 

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