Constanza Figueroa: La mujer debe asumir su poder.

 

 

Hace rato que venimos galopando con estas entrevistas que a la fecha hacen una veintena, son trinchera visual para mirar donde no estábamos mirando, decimos constantemente que nos gusta ejercitar la mirada pero además pensar en lo mirado y problematizar el porque miramos. No se trata de trabalenguas forzados sino de des-complejizar lo que se hace pasar por simple y reside en nuestra cotidianidad; muchas veces vemos con normalidad y a veces con asombro a una mujer con una cámara al hombro, sosteniendo una caña de sonido durante una larga secuencia, moviendo un popurri de tres medidas y bolsas de arena y decimos “ohhhh que fuerza tiene esa chica”, anulando su capacidad para ser y hacer en igualdad de condiciones con el varón en la misma área; desde que empezamos con este espacio en el semanario cultural Todasadentro, cada día aparecen mas y mas compañeras dispuesta a contar su experiencia, no se trata de mirar genias y diosas, se trata de recuperar espacios arrebatados donde la palabra mujer había sido excluida y que en los tiempos insurgentes que nos acuden aparecen para gritar más fuerte y más fuerte que están presentes, que existen y que hacen cine, el cine que probablemente ud y yo vemos y en el que no veníamos reparando. Hoy queremos traerles a una chilena, constante estrella emancipada de Valparaiso, ejecutante de la puesta de escena, que accedió a conversar con Todasadentro.

-Constanza, háblanos de tu arte y trayectoria en las artes de la imagen y la escena,¿cómo llegaste a esta profesión y por qué profesionalizarse en ello?

-Soy Constanza Estela, de la región de Valparaíso, Chile. Diseñadora Escénica egresada del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile. Siempre estuve ligada al mundo de las artes escénicas por el vínculo estrecho con mi familia materna, donde hay varias mujeres y sus compañeros de esas profesiones. Comencé a trabajar en la escena a eso de los 13 años, ayudando a una de mis tías, la vestuarista y actriz Claudia Verdejo, a hacer vestuarios para una gran compañía de teatro de calle llamada Teatro del Silencio. Al ir creciendo, fui indagando en varias áreas de las artes tanto plásticas como la danza, la música, distintas formas de teatro y el cine, esto en diversas instancias formativas entre Valparaíso y las ciudades de Buenos Aires y Las Plata, Argentina, hasta que encontré el lugar que más disfruto afuera de la escena, ocupada en todo lo que concierne a la dimensión visual de las puestas, lo que me llevó a la profesionalizar mi labor en la escuela de diseño teatral. Al ser mi influencia más estrecha el teatro de calle, veo en las artes escénicas aplicadas a la acción social un poder transformador del mundo, y por eso dedico mi vida a ello.

-¿Qué es el diseño escenográfico y cómo juega en la relación espacio temporal con la comunidad espectadora. Se puede vivir del diseño audiovisual?

-El diseño escénico es el fruto de la materialización sensible y consiente de una educación de la mirada, que dispone los elementos del lenguaje visual y de las diferentes técnicas para componer espacios, escenografías vestuarios, luces, maquillajes, utilerías, etc., que construyan atmósferas hechas para envolver a la comunidad espectadora y entregarle conceptos implícitos de manera no verbal, o para hacerle viajar con la trama de una historia, de un relato. Es una forma de diseño que está al servicio del espectador, y que genera identidades colectivas, pues es como el cuerpo de la emoción de las comunidades.

-Se puede vivir del diseño escénico, claro que si. Pero en Sudamérica no es fácil. En Chile, por ejemplo, no hay mucha difusión de nuestro rol, ni del rol de las artes escénicas en general. Cuesta un montón que te contraten para realizar alguno de estos trabajos, así mismo en el área netamente técnica o de realización. Hay agrupaciones, como ADTRES (Asociación de Diseñadores, Técnicas y Realizadores de la Escena), a la cual pertenezco, que llevan casi 10 años en la labor de colaborar con la formación de trabajadoras y trabajadores, así como en la regulación de un mercado laboral de alto riesgo e intermitencia que muy poco se fiscaliza. Si se puede vivir del diseño escénico es gracias a la colaboratividad de las comunidades que nos asociamos desde distintos frentes para lograr levantar una escena nacional porque creemos en el poder que tiene un pueblo que se auto-representa, haciendo frente al castigo de la hegemonía de los contenidos impuestos por las grandes potencias, con los recursos que tenemos y mucha astucia y corazón. Imagínate lo complejo que es en estos tiempos pandémicos, donde nuestras prácticas se ven criminalizadas por ser profundamente presenciales y colectivas.

-Háblanos del flujo de trabajo en tu área siendo mujer, que implicaciones hay en medio cuando se trata de ejercer una profesión tan colmada de pre-conceptos.  

-Cuando  llegué a mi primer trabajo como técnica de iluminación en una gran sala de teatro de Santiago, un compañero mucho mayor que yo le dijo al jefe delante de mi:  “y para qué la traen a ella? Si no se puede ni los case”. Ahí me di cuenta que iba a tener que enfrentarme al machismo de cerca. Me veían joven y me decían que me dedique mejor a trabajar en la oficina de la empresa de iluminación en la que estaba trabajando, pero insistí porque el trabajo de la iluminación era mi área favorita y porque me di cuenta que sería parte de un grupo de mujeres valientes que abrirían la posibilidad de una escena local de vanguardia solo por el hecho de estar lejos de la masculinización. Me parece fundamental que las mujeres nos hagamos parte activa de este mundo laboral y hagamos oídos sordos a comentarios necios, o incluso pongamos en su lugar a los más pasados, y que fecundemos con la sensibilidad particular de cada una todos los espacios de la creación, porque el mundo pide a gritos restaurar su equilibrio de hace rato.

-¿Qué cosas crees que son necesarias para que estas prácticas misóginas se reduzcan en principio al mínimo y finalmente logren eliminarse del ejercicio artístico?

-Primero que nada, para eso me parece fundamental que las mujeres nos atrevamos a ocupar puestos de poder, y que los hombres comprendan esto y cedan. Creo que por un lado es necesario un cambio en la educación standard a la que se exponen a las personas desde la niñez. Creo que también es necesario que se socialicen arquetipos distintos de las posibilidades de desarrollo para las mujeres, más actuales. Tal vez sería muy buena idea legislar con respecto a las plazas de trabajo, forzando la paridad. Y finalmente agregaría que hay dinosaurios que nacieron y morirán profundamente machistas y misógenos… probablemente solo con su muerte morirá ese legado nefasto. Las generaciones de hombres más jóvenes ya vienen con otra cabeza, con mis amigas analizamos esto seguido. Hay esperanza en las nuevas masculinidades que se están tejiendo.

-Luz natural o artificial?

Luz natural. Una juega como puede con la luz artificial, que tiene sus grandes gracias, pero la belleza de la naturaleza sigue siendo incomparable, para mi gusto. Sus colores, sus movimientos, sus tiempos, sus atmósferas… son sublimes y no me dejan de sorprender.

-Hablemos de pintura, poesía, de literatura, musica, cómo cree Constanza que están cruzados estos lenguajes en tu área.

-El cine es tan hijo de la tecnología como de la historia del arte. Está impregnado del lenguaje de la pintura a través de los colores, en la manera en que la luz compone el espacio y el tiempo. De la literatura el hecho de que cuente una historia, de la música la referencia emotiva que impregna cada escena, además del ritmo en el ámbito del montaje. De la poesía creo que rescata esa capacidad de abstracción que tiene frente al mundo cotidiano, la cualidad de distanciarse a través de la belleza.

-Diseño de escena, y audiovisual, y cine como se conjugan, ¿es posible conjugarlas?

-A mi parecer están profundamente ligadas. El diseño de escena es ese elemento estético fundamental que emociona, que comunica sin hablar y por lo tanto cala más profundamente en el mundo del espectador. Es la dimensión sensible que logra que una pieza audiovisual o de cine tenga su identidad a la vez que se sienta universal, traspasando las barreras del idioma por ejemplo. Es el elemento que permite soñar nítidamente lo imposible, materializando lo surreal, dándole cuerpo a una realidad imaginada. Creo que la comunidad espectadora busca trascender lo cotidiano por unos momentos, busca emocionarse, evadirse incluso si se quiere, y el diseño de escena logra hacerle ese caminito para ese viaje imaginario que quieren regalarse.

-Se nos educa de manera especifica para que actuemos de manera especifica.

Yo tuve la suerte de llegar a una escuela como la de Diseño Teatral de la U de Chile, disidente en ese aspecto, creo que por eso me quedé. Era una escuela pequeña y ahora que miro atrás, bien vanguardista a nivel de profesorado y de estudiantes. Contestataria. Se nos incitaba a ir por lo que queríamos. Llegué a mi primer trabajo como técnica de iluminación gracias a profesores que creyeron en mi y me recomendaron. Estoy profundamente agradecida de eso y claro que me parece que influye en nuestras decisiones profesionales.

-Puedo contrastar un poco mi experiencia con los comentarios y actitudes sexistas que presenciaba en el mismo departamento pero en la carrera de actuación. Observábamos con mis compañerxs diseñadores como nuestros pares estudiantes de actuación era mucho más sumisos.

-Compártenos cúal ha sido la puesta mas satisfactoria y las mas compleja que te ha tocado diseñar

-Las puestas más satisfactoria han sido las que hemos hecho en las calles de Valparaíso junto con mis compañerxs de E.L.A.S (Ejercicio Libertario Almado del Sur). Es un colectivo multidisciplinario de acción teatral directa, callejera y multimedial que formamos a partir de la gran revuelta popular que hubo en Chile en Octubre del 2019. Ha sido la labor más satisfactoria por muchas razones; porque ha sido una ofrenda de artistas escénicos profundamente enamorados del arte del pueblo, unidos por ideales y prácticas conjuntas, con una base profundamente humana de amistad y amor  por la idea de la autonomía, de la autodeterminación de los pueblos. Se pone al servicio de la lucha social y por lo tanto es una expresión de arte completamente útil, constituyente de ritualidades, humanizadora de las tecnologías.

-Es el colectivo con el que siento mayor libertad creativa para experimentar y que, como tiene un carácter performativo, se implica directamente con los espectadores, les invita a hacerse parte activa de una escena libertaria y de protesta.

-Tal vez sea a la vez la puesta más compleja, pues lo que sucede con E.L.A.S nunca está en un lugar del todo controlado, como lo es una sala de teatro o un set o una locación de un rodaje. Diseñamos y ejecutamos en la calle y para la calle, por lo tanto los autocuidados son distintos y más extremos. Además, no tenemos directora ni director, porque queremos hacer las cosas de manera diferente a lo tradicional. Tampoco contamos, hasta ahora, con financiamiento, entonces todo va muy de la astucia, del reciclaje y de la pasión.

-Estamos transitando tiempos muy interesantes desde el punto de vista del lugar conquistado por la mujeres en la sociedad.

-Creo que a través de la innovación con las tecnologías. Atreviéndose a probar y explorar desde lo más simple hasta la más compleja posibilidad que nos ofrecen los actuales formatos para llegar al espectador. Es importante intentar comprender y conectar con el mundo de hoy y sus dinámicas cambiantes. Hay espacios para las creadoras, hay audiencia ganosa de ser parte de las voces emergentes, comunidades que buscan verse identificadas con los contenidos que se les presentan. Me parece que es cosa de aprovechar las oportunidades que nos ofrece nuestra época; antes era casi imposible para las mujeres sudamericanas de clase social no dominante generar contenidos, ahora ya no es tan así; los medios de producción están al alcance de muchas más personas. Creo que el progreso avasallante puede generar una oportunidad de apertura. Lo que necesitamos es generar canales de difusión de los contenidos que estamos siendo capaces de generar, y aprovechar las tecnologías a su vez para generar tramas internacionales de circulación de nuestros contenidos.

-Sexismo y violencia de género existen en tu área? ¿Cómo los enfrentas, cómo los llevas?

Claro que existen. La misma gente del medio suele asumir que una mujer diseñadora escénica obviamente es sinónimo de vestuarista, por ejemplo, pues hace cientos de años que las mujeres son asociadas con la costura. Y resulta que dentro de nuestra profesión, esta es una de las áreas peor pagadas. Es decir, opera igual que en el resto de los ámbitos de la sociedad patriarcal en la vivimos.

-La gran mayoría de los jefes técnicos de los teatros son hombres y poco se cuestiona por qué. Es un trabajo mucho mejor pagado y te llevan a las giras. Mi manera de llevarlo es haciendo oídos sordos a palabras necias e insistiendo, perseverando, como me enseñaron los maestros. Sigo profundizando en el área luminotécnica porque me gusta, y ya. Y me niego a masculinizarme para que me respeten. Hemos de aprender a complementarnos, no competir. Me organizo con compañeras para visibilizar estas problemáticas en los grupos en los que trabajamos.

-¿Qué le dirías a las mujeres que están pensando en incursionar en estas áreas?

-Que insistan, que se preparen, que estudien y se hagan aliadas y aliados, porque hay aliados hombres también. Les diría que en la colaboratividad está el camino. Y esto no se me ocurrió a mi, viene siendo la forma de resistir y hacerse agradable la lucha por cientos de años. Que la colaboratividad es una tecnología de resistencia que nos abre camino, y eso es profundamente revolucionario, si es que la cultivamos con ternura. Que no se rindan, aunque va a haber momentos y personas difíciles, porque las personas más jóvenes, la niñez, necesita de ejemplos femeninos distintos a los que nos ofrece el patriarcado. Creo que la inclusión de las mujeres y disidencias en estas áreas cambiará la escena, le dará balance.

César Padilla / Argentina

Fotos: Cortesía C. F.







 

 

 

 

 

 

 

 

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