Sofia Piergiácomi: …“Mientras existan técnicas mujeres esperando oportunidades laborales, ofreciéndose para producciones y aún así ser subestimadas por su género, no serán suficientes”…


La Plata, conocida como la ciudad de las diagonales, capital de la Provincia de Buenos Aires – Argentina, está ubicada a 56 km de la Capital del país de Diego Armando y Alfonsina, de la negra Mercedes y Cortázar. Una ciudad que se parece a una gran Rayuela, con calles enumeradas y edificios universitarios que la colman de una alegría  juvenil heredera de la rebelión de los lápices. Andar por La Plata, viniendo del Caribe, es como sentirse caminando en un híbrido de Mérida y Barquisimeto mezclados en una sola ciudad al sur del continente.

Sofia Piergiácomi es egresada de La UNLP y se desempeña como directora de fotografía en cine y audiovisual. Es una joven que cree en la dirección de fotografía como un espacio de reflexión para construir desde su propia mirada, a quien invitamos participar en el espacio que venimos reafirmando para el Semanario Todasadentro, trinchera de ideas donde caben ellas que andan y andaban mientras nosotros y nosotras mirábamos para otro lado.  

-¿Quién es Sofia Piergiácomi y cómo llega al ejercicio de la dirección de fotografía en cine y audiovisual?

-Me hago llamar Sofia Luna. Tengo 24 años y nací en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina. Además de ser directora de fotografía, trabajo como asistente de cámara en rodajes. También soy profesora de Artes Audiovisuales graduada de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata. A su vez estoy próxima a obtener mi título de Licenciada en Artes Audiovisuales, con mi tesis titulada El último eco, pero de ello hablaré más adelante. Mi ejercicio en la cámara y la luz inició a mis 14 años, estudiando fotografía inicial. Recuerdo que en alguna clase mi docente de aquel momento confesó no haber estudiado fotografía profesional, sino ser graduado en comunicación audiovisual en la universidad de mi ciudad natal. Así que desde ese momento se metió la idea fijamente en mi cabeza de entrar en el mundo de dibujar con luz en imágenes en movimiento. Hace 10 años ya.

-¿En qué consiste la dirección de fotografía y que cosas se inscriben desde esa mirada?

-Al igual que todas las áreas que conforman el audiovisual, la dirección de fotografía es sumamente reflexiva. Dentro de su universo se inscriben muchas responsabilidades pero también se plasman muchos deseos y pensamientos. Personalmente me gusta recurrir al concepto de que la dirección de fotografía es una manera de construcción de mirada, y por esa misma razón es que no existen fórmulas para abordarla. Cada unx tendrá una manera única de ver el mundo y eso es lo que debe reflejarse en nuestro trabajo. Moldear la luz para mi es la forma que encuentro de mostrar el mundo como mis ojos lo ven. Forma que está en constante mutación ya que para mi es un ejercicio inagotable de descubrimiento y aprendizaje, lo que lo hace por sobre todas las cosas, apasionante.

-¿Se aprende en la escuela?

-Existen muchos caminos para tomar y la escuela de cine es un buen primer sendero. En mi caso, así fue. La Facultad de Artes fue parte fundamental en mi ejercicio reflexivo, ya que no es únicamente técnica la formación que ella ofrece, sino integral, lo que hace posible que pueda abordar el audiovisual desde una mirada abarcativa desde todas las áreas, principalmente en el trabajo en conjunto de la fotografía con la dirección y el guión. Pero también pienso que la escuela no es el único camino, cada cual puede elegir lo que prefiera para aprender sobre esta profesión maravillosa, el mundo de la virtualidad y el internet han generado las condiciones para que aparezcan muchas y variadas formas de formarse en el audiovisual.

-¿Se aprende siempre o se estudia hasta que se egresa?

-Se aprende constantemente. La imagen en movimiento es un arte de formación infinita. Para nada creo que la educación audiovisual finalice una vez concluida una etapa como la escuela de cine, sino que es una profesión que requiere aprendizaje constante: conocer los equipos nuevos del mercado, poner atención a los movimientos audiovisuales contemporáneos, recurrir a la historia del cine y la televisión, entre muchas cosas que de aprendizaje sin fin.

 

-¿Cómo es ser mujer y ejercer una profesión aparentemente reservada para el hombre?

-Es muy difícil y frustrante en gran parte del tiempo. Compañeros que tienen la delicadeza de subestimarte la mayoría del tiempo o, por ejemplo, sacarte la cámara de los brazos con la equivocada idea de que te están haciendo un favor. Para que no hagas fuerza porque claro, somos mujeres, no tenemos fuerza. Que fastidio.

Pero también es estimulante como en los últimos años se han creado colectivas y espacios de lucha y contención, en el que compañerxs nos apoyamos. Un momento histórico particular y empoderador que te abre los ojos, que te invita a combatir por el cupo laboral para mujeres y disidencias, por nuestros derechos, para aplacar las desigualdades y terminar con contextos laborales hostiles.

La Colectiva Audiovisual Feminista de La Plata, espacio en el que tengo la fortuna de habitar, es un lugar de encuentro con compañerxs que me enseñan y empoderan día a día. Un lugar que nace al calor de la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito y por el grito de Ni Una Menos, en el que tejemos redes de apoyo, producimos desde nuestras convicciones y alzamos nuestra voz.

-Si en la cabeza de área hay una mujer, ¿es garantía de más mujeres ejerciendo roles técnicos en un rodaje?

-No, lamentablemente. Es cierto que una mujer se involucre en un proyecto a la cabeza de un departamento puede traducirse en más participación de mujeres dentro del área, pero no siempre (o mejor dicho, casi nunca) la decisión final es de la directora de fotografía. La industria ya está acostumbrada a colmar sus sets de hombres y aunque somos conscientes de que el cambio tomará tiempo, sabremos pisar fuerte hasta que podamos llenar los rodajes de mujeres técnicas para la toma de decisiones.

-En palabras de Rosa Luxemburgo: “… descolonizar el lugar de enunciación implica profundas reflexiones …”, si la dirección del proyecto está en manos de una mujer ¿es garantía de un discurso emancipador y menos cosificador de la mujer?

-Sucede algo similar a la pregunta anterior. Dentro de un mundo en el que el machismo ha marcado nuestra cultura de manera comprobable, es muy difícil afirmar que la presencia de una mujer garantice una reflexión emancipatoria y no cosificante, aunque fuese desde la dirección de un proyecto. Sí creo que hoy en día es real el análisis exhaustivo acerca de las historias que se cuentan. Los espacios de crítica de cine hacen mucho hincapié en estructuras de guión y los personajes que allí se construyen. Incluso lxs realizadores revisan estos aspectos en sus historias, porque todo proceso de escritura involucra una construcción y una deconstrucción en nuestra mirada, tratando de advertir lo que la sociedad machista nos mostró como algo “normal” y que poco a poco será despojado. Yo como espectadora soy muy atenta, no solo a las personas forman parte de los créditos de una producción, sino también a lo que se está contando allí, y qué trascendencia tienen los personajes de mujeres y disidencias dentro de esas historias.

-¿Se nos educa de manera específica para que actuemos de manera específica?, ¿crees que las escuelas de cine tienen que ver con el hecho de que las mujeres elijan o desistan de profesionalizarse en el aspecto técnico del cine?

-No, al menos desde mi experiencia. En mi universidad siempre se incitó a las mujeres a que ocupemos los lugares que querramos. En realidad a cualquier estudiante se lo incita a que luche por el espacio de trabajo que sea de su deseo, y eso es lo más lindo en mi opinión, tratarnos como iguales y no marcar las diferencias entre nosotrxs por nuestro género.

Y aunque dentro de los pasillos y las aulas no haya diferencias entre estudiantes, sí se pone sobre la mesa del debate lo que sucede por fuera de las paredes de la universidad; como el problema del cupo laboral para mujeres y disidencias, la falta de realizadoras y teóricas mujeres dentro de la bibliografía y/o filmografía del plan de estudios de la carrera y del material de estudio de la cinematografía mundial en general.

-Pensando en los roles y en la división social y sexual del trabajo, hay quienes dicen que hay más mujeres incluidas ejerciendo áreas técnicas en el cine y con eso basta, ¿qué opinas?

-Mientras existan técnicas mujeres esperando oportunidades laborales, ofreciéndose para producciones y aún así ser subestimadas por su género, no serán suficientes. Como mujeres y disidencias sabemos que el camino que emprendemos no es nada fácil, nos costará mucho más que a nuestros compañeros varones conseguir nuestro lugar dentro de la industria, pero nos tenemos entre nosotres. Estamos para apoyarnos y recomendarnos unes a otres. Estoy convencida de que el andar será mucho más ameno si se tejen redes de apoyo, para eso estamos.

-¿Qué es lo primero que haces cuando te convocan a un proyecto?

-Pido una copia del guión, ya que entre sus líneas hay muchas pautas de lo que se espera o lo que la narrativa necesita, si de fotografía hablamos. Luego de haberlo leído me parece muy importante tener una reunión con la persona que encara la dirección del proyecto y con lx guionista (en caso de ser personas separadas, aunque muchas veces guión y dirección son lx mismx realizadorx) para escuchar en primera persona los deseos y motivaciones de quien o quienes están a la cabeza de la historia próxima a contarse.

Es uno de los momentos más lindos de mi trabajo. Conocer por primera vez una historia nueva siempre es un acto de revelación, es como leer un libro. Cada línea se reproduce dentro de mi cabeza como futuras imágenes y da por resultado una lluvia de ideas que debo escribir mientras estoy leyendo. Un borrador muy desordenado que combina referentes filmográficos y bibliográficos, combinaciones de luz natural con luz artificial, ideas en cuanto a la psicología del color, tipos de lentes que aportan a la trama, entre muchas otras cosas. Todo lo que la historia pueda despertar en mí y lo que yo sienta que puedo aportar a su lógica.

-¿Cuál es el proyecto en el que más has aprendido y por qué?

-Tengo el corazón dividido entre dos proyectos. Uno de ellos, Hijes del Monte dirigido por Ana del Mar (Ana Colato), fue un proyecto en el que aprendí muchísimo, definitivamente. Una historia profunda y necesaria que involucra la preocupación por la violencia machista y la vida conectada al medio ambiente, en una conjunción perfecta dentro del género realismo mágico. Proyecto en el que trabajé junto con una directora muy comprometida con la dirección de fotografía en las imágenes de su ciudad natal. Fue un placer que me confíe la imagen de un proyecto tan importante para ella y haya recibido todas mis propuestas y sugerencias con los brazos abiertos.

Dentro de la reflexión de la luz en la historia, decidimos poner la cámara y la luz al servicio de los escenarios naturales, y no al revés. Cuando de los horizontes y llanuras hablábamos, escapamos de propuestas que requieran agregar fuentes de luz artificiales. La imagen documental fue nuestro puerto principal. Un ojo de cámara suspendido, un halo que recubre todo lo que puede ver, los puntos más luminosos de la imagen se expanden con fuerza. El planteamiento de lo humano como un misterio. El tratamiento del factor espacio de acuerdo al género realista mágico es mínimo y vital, dinámico y activo en el accionar de personajes y en el contenido de la trama, una atmósfera que se muestra como interna. Más que un proyecto, una aventura que se desarrolló en 8 días de rodaje en pleno verano pampeano argentino y que ojalá el próximo año podamos ver.

Y el otro proyecto es El último eco, mi tesis final de grado, con el que dentro de poco terminaré mi camino por la universidad. Un cortometraje en el que me aventuré a dirigir y a fotografiar simultáneamente. Un proceso en el cual, además de terminar un ciclo tan importante como es el paso por la universidad, conjugué la dirección de fotografía con un desafío grande en el guión y la dirección; dejar la trama abierta a la experiencia personal y a la motivación interna de cada intérprete, quienes al apropiarse del cortometraje pudieron expresar lo que su deseo motivó sobre la temática: la violencia machista. Se expandió la trama a sus experiencias y realidades. Intérpretes como personas cuya existencia es un acto de lucha cotidiana: una mujer cis, une chique trans no binarie y una mujer trans. Un film como retrato de cuerpos en sometimiento y, posteriormente, en liberación colectiva.

 -¿Trabajas con las referencias de la dirección o solo las tuyas?

-Es vital trabajar con las referencias de dirección, parte del desafío de lxs directores de fotografía está ahí. Hacer convivir las propuestas de lxs directores y a partir de ahí sumar nuestras formas. Creo que es una de las partes más importantes y emocionantes del proceso, encontrar el punto exacto en el que los caminos de ambas áreas se cruzan y tiran para el mismo lado.

 

 

-¿Existe una óptica, farol y cámara que sean la combinación perfecta?

-Espero que sí pero aún los he conocido.

-¿Prolijidad o que salga como tenga que salir?

-Depende del proyecto. Creo que en la búsqueda estética existe cierta línea en la que hace falta la prolijidad y la organización para poder plasmar sobre las imágenes, los objetivos de la preproducción. Como así también considero que hay ciertos proyectos en los que el azar y lo que sucede en el instante en el que tenemos la cámara corriendo son mucho más valiosos que lo planificado y que se prestan para corregir el encuadre a las apuradas, o utilizar los últimos suspiros de una batería descargada. Lxs cineastas somos personas con ojo de turista pero muy organizados. Tenemos un itinerario muy pautado pero tenemos que estar alertas, mucho más cuando se trata de retratar el entorno.

-¿Luz artificial o luz natural?

-Que difícil. Soy una enamorada de la luz natural, en ella hay algo único e irrepetible que por más que tengamos infinitas combinaciones de fuentes de luz artificial, no vamos a poder conseguir nunca. Pero también le guardo mucho cariño a mis faroles de tungsteno con los que inicié en este maravilloso mundo de moldear la luz. Hoy en día los sigo eligiendo por más que haya mil opciones más modernas en el mercado. Para cualquier directorx de fotografía esta pregunta es casi imposible de responder, habrá escenas para elegir una, la otra o ambas.

-¿Con fotómetro o instrumentos digitales?

-Ambas, creo que siempre es bueno utilizar las herramientas clásicas como puede ser el fotómetro, pero las modernas también. Hay que aprender a saber qué es lo más cómodo para cada quien. Yo tuve la suerte de aprender utilizando todas las herramientas así que les guardo cariño a ambas posibilidades.

-¿Qué le recomendarías a una mujer que quiere ser directora de fotografía?

-Que se anime, que no tenga miedo. Le diría que es mejor fracasar que no haber intentado nunca. Que no se dé por vencida por más que su entorno la subestime y le haga dudar de sus propias capacidades. Que experimente con la cámara que tenga a disposición. No hacen falta grandes tecnologías para poder materializar la imagen que nuestra mente imagina. Y cuando tenga la posibilidad de trabajar con una cámara grande, que lo haga, por más que no la conozca, que no le gane el miedo ya que todo se aprende con práctica. Cada proyecto será un descubrimiento, una nunca deja de aprender en esta profesión hermosa. Le diría también que busque con quien trabajar cómoda, que sea atenta a la conformación de su equipo y que luche para que no le impongan alguien entre sus compañerxs.

Ser las responsables de la integridad de la imagen en movimiento es un gran desafío que requiere mucho compromiso y conciencia. Hay que pensar en todo lo que puede pasar, hacer planes A, B, C, pero por sobre todas las cosas, luchar por las cuestiones organizativas que nuestra escena necesita para llegar a buen puerto (hora del día para la filmación, condición climática, tiempo necesario para el armado y puesta en escena, etc.).

Le recomendaría que sea una espectadora activa, que nunca deje de ver películas. La visualización de material nos da muchas herramientas y, cuando estamos recién arrancando (como es mi caso), nos ayuda a conocer cuál es el estilo con el que más identificada nos sentimos.

Unas películas que están entre mis favoritas son, en primer lugar El Niño Pez dirigida por Lucía Puenzo y con fotografía de Rodrigo Pulpeiro, “una película en la que se trata de ocultar más que de echar luz sobre las cosas. Habla de lo tácito, de lo sumergido, lo no dicho, oscuro y secreto, lo crudo, lo provocador y sorpresivo, sórdido y siniestro, a la vez que abiertamente expone lo presuntamente oculto y hace evidente lo supuesto.” (Entrevista a Pulpeiro para ADF). Y por otro lado,The Neon Demon dirigida por Nicolas Winding Refn y con la dirección de fotografía a cargo de Natasha Braier, una combinación perfecta entre luz natural y fuentes de luz artificiales, trabajando exhaustivamente la psicología del color.

También aconsejo mucha lectura. Recomiendo Cine de Mujeres, escrito por Annette Kuhn. Que usen cámaras analógicas. Que nunca dejen de experimentar ya que eso es lo que hace infinita nuestra profesión. Nunca será un proceso acabado, siempre habrá una imagen nueva que retratar y siempre habrá una hora del sol a la cual correr contra reloj.

César Padilla / Buenos Aires

Fotos: Cortesía de Sofía Luna

Biofilmografía

Sofia Piergiácomi (Sofia Luna). Argentina, oriunda de la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Graduada en 2020 de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata. 

Directora de Fotografía, asistente de cámara y eléctrica. 

Militante de la Colectiva Audiovisual Feminista de La Plata. 

Entre sus participaciones como directora de fotografía se encuentra El último eco dirigido por Sofia Piergiacomi, Hijes del monte dirigido por Ana del Mar (Ana Colato), Base 34  dirigido por Anabela Becker, Máscaras en la Vigilia (2018) co-dirigido por Bruno Gutierrez y Sofía Piergiácomi, ¿Que pasa si…? co-dirigido por Anabela Becker y Sol Alperin. 

Como gaffer participó en Pulso dirigido por Sofìa Pavón,  Me habita (2018) dirigido por Ezequiel Gomez. También formó parte como camarógrafa del largometraje Con la fuerza del río.

 



 

 

 

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